LA MURALLA

Hacienda La Muralla

Historia

La hacienda La Muralla se encuentra ubicada en el hermoso municipio de Amealco de Bonfil, en el estado de Querétaro. Es una hacienda que data del siglo XVIII, rodeada de verdes planicies y cuerpos de agua, encinos, oyameles, madroños y pinos.

Fue construida por el francés Don Francisco Yarsa, quien la convirtió en tierra próspera dedicada al cultivo y al ganado. Tras su fallecimiento, fue heredada a su esposa e hijas. Sin embargo, durante el conflicto armado de 1910, la región otomí fue escenario de cruentas batallas y la hacienda perdió su esplendor, quedando abandonada.

Se convirtió en sitio de reclusión para revolucionarios y paso obligado de la valiente "Adelita". Luego volvió al abandono hasta que fue transformada en escuela. El 16 de julio de 2010, el Hotel Misión La Muralla conmemoró el bicentenario de México con la develación del mural “200 años de historia 1810-2010” del muralista Bernardo Rodríguez.

Esta obra resalta los momentos clave de la independencia y revolución, así como elementos de la identidad mexicana.

Paisaje de La Muralla

Más sobre La Muralla

La Muralla es un paraje natural del municipio de Amealco de Bonfil, en el sur de Querétaro. Recibe su nombre por una formación rocosa que se extiende como si fuera una muralla natural entre los árboles y montañas. La zona ha sido utilizada desde el siglo XIX como paso rural por comunidades indígenas otomíes y campesinos de la región.

Durante la Revolución Mexicana (1910–1920), se dice que algunos revolucionarios utilizaron los senderos de La Muralla como escondites estratégicos. Las cuevas naturales y la densa vegetación ofrecían resguardo en tiempos de persecución.

Entre las décadas de 1950 y 1980, fue utilizada principalmente como zona de pastoreo y recolección de leña por familias de comunidades como Santiago Mexquititlán, San Ildefonso Tultepec y San Pedro Tenango. Las historias de caminatas de madrugada, encuentros con animales silvestres y convivencia con la naturaleza forman parte del acervo oral de la región.

En la actualidad, La Muralla es un destino ecoturístico en crecimiento. Se practican actividades como:

Se cuenta la leyenda de una cueva sagrada escondida en la zona, donde los otomíes guardaban objetos rituales. Algunos visitantes aseguran haber visto luces extrañas o sentir energías peculiares, lo cual ha alimentado muchas leyendas locales.

El lugar está ubicado a solo 15–20 minutos del centro de Amealco, por caminos rurales entre bosques densos. Es recomendable visitarlo en grupo o con guía local.

Más que un sitio natural, La Muralla representa un patrimonio cultural, natural y espiritual de los pueblos originarios del sur de Querétaro.